Argumentos superfluos sobre los tebeos que pasan por delante de mis ojos
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Que Warren Ellis accediera a escribir una serie regular con un superhéroe de Marvel fue toda una sorpresa para muchos. Años atrás había declarado que se retiraba de los tebeos de este tipo, y sólo por un favor personal a un amigo regresó para encargarse de varias historias en el universo Ultimate.
Por eso sorprendió grandemente que se hiciera cargo, también, del relanzamiento de la serie regular de Iron Man. Y lo hizo con condiciones; el dibujante ha de ser Adi Granov, o no el inglés no estaba dispuesto a escribir ni una línea.
Favor por favor, y Joe Quesada accedió, sabiendo como sabe que las condiciones no iban a ser las mejores para garantizar una continuidad a la serie.
Y así ha sucedido.
Iron Man se publica con un retraso sustancial. Cada 8 ó 10 semanas, depende del número. Y adebería estar finalizada, y sólo han aparecido tres ejemplares.
¿Cuál es la razón?
Los guiones están hechos (desde el año pasado, de hech).
El ritmo de producción es el normal.
La solución está en quién hace la cosas.
Porque de toda la parte gráfica se encarga la misma persona.
Lo explicó Granov hace unos días en un foro de Jinxworld y lo copió el inglés en su concurrida web.
Realizar una página de un tebeo, desde el abocetado al coloreado, supone aproximadamente tres días de trabajo. Como normalmente están distribuidas las funciones entre un equipo formado por varias personas, en poco más de una semana se puede realizar todo; pero es que en este caso, "el equipo completo está formado por una sola persona", se disculpa Granov.
Así que el ritmo de producción le lleva a necesitar casi dos meses para completar un sólo tebeo. Él dice que no va mucho retraso.
Curioso.
Aunque, en realidad, tampoco es un problema tan grave. La historia es buena y los dibujos son espectaculares, así que no disponer de ellos con una cadencia mensual tampoco es que nos vaya a suponer un trauma, la verdad.
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Probablemente se trata de la mejor serie de Marvel en la actualidad (a servidor se lo parece), definitivamente orientada hacia un público adulto y editada bajo un sello acorde a los contenidos. Pero Supreme Power, el relato del Escuadrón Supremo escrito por J. Michael Straczynski y dibujado por Gary Frank, no vende lo suficiente; al menos, no alcanza a todo el público que podría, según Joe Quesada. Y eso va a cambiar.
La decisión de bajar el tono de la serie ha sido pactada por el Editor de Marvel y los autores. Tras consultar con ellos, Quesada ha decidido que el nuevo sello donde se publique Supreme Power sea Marvel Knights. Lo cual permitirá que sea más visible para un mayor número de potenciales compradores, a costa de rebajar el tono de los contenidos, en lenguaje y en imagen.
¿Pero qué dice el guionista al respecto?
En una entrevista concedida a Newsarama, JMS afirma que se ha dejado de lado la parte de promoción de la serie, que tuvo una buena ayuda cuando comenzó a publicarse, pero que ha cesado en los últimos meses, lo cual se ha notado en un declive paulatino de las ventas. Y eso que comenzó vendiendo más de 100.000 copias del primer número, por supuesto muy por encima de la mayoría de cómics publicados por la Casa de las Ideas.
El cambio de sello editorial supondrá que la actual colección deje de publicarse en el número 18, tras lo cual saldrá una mini de Hyperion y otra de Nighthawk, a continuación, ya en el 2006, se relanzará Supreme Power desde el número uno y con el logo DK. "Hasta donde yo sé, no hay ningún plan para modificar ni el formato, ni los editores ni, ciertamente, el dibujante, ya que yo no veo a nadie más haciendo este tebeo que a Gary", afirma Straczynski.
La pregunta que me hago es si este tebeo podría funcionar igual sin las escenas de desnudos, o de violencia, o de lenguaje rudo que han aparecido en los ejemplares publicados hasta el momento. Y ninguna de las cosas anteriores ha aparecido en la historia de una manera gratuita o forzada, sino que ha sido algo lógico en el desarrollo de una trama adulta, con personajes y situaciones complejos. La respuesta la da el mismo JMS, afirmando que se puede rebajar el tono, especialmente cuando en los tres o cuatro números que restan por ver la luz ya ha sucedido de manera natural en la historia.
"Así que decidí escribir a Joe Quesada y sugerirle el cambio, para alcanzar más lectores. Él me dijo si yo me sentía cómodo con esta situación, a lo que conteste que sí. Así que haremos un relanzamiento del título y lo llevaremos a tiandas en las que nunca ha estado, acercándolo a lectores que no han podido acceder a él antes, buscando el lugar en el mercado que se merece", comenta Straczyinski.
¿Notaremos los lectores actuales de Supreme Power el cambio? Yo espero que no, tal vez en un exceso de confianza. Aunque el guionista afirme que no se van a notar apenas los cambios. Al final de la primera serie, veremos cómo al fin el grupo se establece como tal, acabando con las historias individuales que han compuesto los primeros 18 números y en los que los personajes han llegado a conocerse entre ellos.
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Otro lugar en el que zambullirse en el Universo DC.
Se llama Countdown to Infinite Crisis.
¡Menudo título!
Los jefes de DC quieren convertir este año en algo tan importante para su particular conglomerado de héroes y villanos como lo fue en su momento el clásico (éste, sí) Crisis en Tierras Infinitas; no es broma, ya que el jefe de DC lo afirma al decir que crisis que ahora se plantea es la secuela de aquella historia. Durante los pasados meses se ha ido preparando el terreno con Identity crisis y Green Lantern: Rebirth y ahora es el momento en el que toda la traca comienza a explotar. Le han dedicado un lugar especial en la web corporativa, y durante este mes es el argumento que más publicitan: http://www.dccomics.com/features/countdown/index.php.
Por ello, resulta curioso que la historia comience con un personaje peculiar y llamativo, pero indudablemente de segunda categoría, como es Blue Beetle. El caso es que no es un personaje casual, sino que el desarrollo de este especial de 80 páginas gira completamente a su alrededor. ¿Cómo es así? Hay que llegar al quinto y último capítulo del tebeo para averiguar la respuesta. Que, por cierto, está en la portada de Jim Lee y Alex Ross (no, no es la mejor que han hecho en su vida).
La historia que se plantea, porque este es un tebeo de punto de partida, se va a desarrollar "throughout the DC universe", pero particularmente en cuatro series limitadas que comienzan en las próximas cuatro semanas en los EEUU:
- Day of Vengeance, done se dirime la contienda en el plano mágico
- The OMAC project, que comienza justo al acabar el especial
- Villians united, donde los malos son protagonistas
- The Rann-Thanagar war, que acaba de comenzar en estas páginas y en las que Adam Strange termina de incorporarse al DCU tras la exitosa mini dibujada por Pascal Ferry
Y los acontecimientos que se desarrollan en Countdown... van a traer mucha cola.
Aquí va un SPOILER de los buenos.
El malo maloso de la saga no es otro que Maxwell Lord. Quien, y ahora se revela, ha estado manipulando durante mucho tiempo para llegar a este punto. No, no va de broma, como deja claro cuando mata (sí, mata; muerto) a Ted Kord cuando éste descubre sus planes y decide no unirse a su trama por eliminar a los metahumanos del planeta.
Una trama que recuerda a tantas otras. Pero sobre todo a la película X-Men 2.
¿Por qué?
Porque ahora es el momento en el que los fans de finales de los 70 y primeros 80 tienen las riendas. Porque ahora es el momento en el que la gente que se ha criado con los superhéroes, que vivió el gran boom del cómic para adultos americano y europeo en su adolescencia está en posición de tomar decisiones relevantes en su sociedad. Unos son directores de banco, agentes de bolsa o médicos; otros, dirigen compañías de cómic o escriben guiones de películas.
Añoran aquellas historias con las que crecieron.
Y están en posición de volverlas a contar.
Servidor, que tiene esa edad, que vivió ese momento, está encantado.
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Un tebeo con premio debe tener algo distinto. Algo superior, que le de valor y que haga que destaque sobre el resto. En poco tiempo he leído dos historias que cumplen estas características, ambas francesas, ambas premiadas en Angouléme y ambas con el mismo tipo de protagonistas.
El señor Jean, la vida cotidiana de un escritor según la cuentan Dupuy y Berberian. El cuarto tomo, que apareció a la venta hace unos días, fue premiado en el festival francés como el mejor álbum del año en 1999. Vivamos felices sin parecerlo se parece, y mucho, a lo que uno tiene cuando ya ha pasado hace tiempo de los 30. Alegrías, amarguras, alguna que otra sorpresa en la vida; amigos que se niegan a madurar y que no saben reconocer cómo han cambiado; amores que regresan, o que se van;niños, muchos niños, demasiados niños, pero que por suerte son todos de otros; un trabajo que, por muy importante que sea o parezca, no termina de acabarse porque siempre hay algo que lo impide.
Pues son un montón de paralelismos con la vida de uno, pardiez.
Y tal vez ése sea el mayor mérito que le encuentro a la historia. Atrás han quedado las anécdotas de entre una y ocho páginas (algunas deliciosas), éste es un relato lineal y largo de un momento de la vida de Jean. No es el más importante, pero lo que le sucede tiene relevancia en su vida, que es de ficción pero parece la de cualquier persona; parece que Jean no vive, parece que no hace nada, ya que casi todo le sucede a la gente que hay a su alrededor. Pero es el centro del mundo, y lo que hace influyen en todos los que le rodean, de la misma manera que las decisiones de otros le inspiran a tomar las suyas propias.
En la segunda boda de Laurent y Virginie, en la mesa con sus compañeros de universidad, Marion dice que "es el único que seguramente hace lo que quiere". Aunque los demás se mofan y dicen que no hace nada. ¿No es acaso eso el principio de la felicidad?
De ahí la brillantez de título.
Seamos felices. Aunque los demás no se enteren.
¿Emulamos al ya no tan joven escritor?
Bueno, no sé si lo conseguimos, pero por lo menos, lo intentamos.
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De todos los personajes de dibujos animados, el que más me gusta es El Coyote. Comprendo su desesperación, sus deseos de superar los retos por imposibles que fueran, su hambre voraz, su imaginación, su mala suerte...
Por eso, cada vez que algo relacionado con Willie E. Coyote aparece en la red, me emciono un poco.
Pero poco, ¿eh?
Así, acabo de encontrar un lugar donde se explica el proceso que seguían el equipo de animadores dirigidos por Chuck Jones para hacer las historias. Me he enterado que tenían una especie de guía creativa, de sólo 10 reglas, que debían cumplirse en todos los episodios, y que resumidas son:
1.- El Correcaminos no puede dañar al Coyote más que haciendo Beep! Beep!
2.- Ninguna fuerza exterior puede dañar al Coyote, salvo su propia ineptitud o el fallo de los productos Acme.
3.- El Coyote podría parar en cualquier momento.... SI no fuera un fanático. Y por fanático se entiende a alguien que redobla sus esfuerzos cuando ya ha olvidado su propósito.
4.- No habrá más diálogo que Beep! Beep!
5.- El Correcaminos debe mantenerse en la carretera... por algo es un correcaminos.
6.- Toda la acción debe limitarse al entorno natural de los personajes, el desierto del sudoeste de los Estados Unidos.
7.- Todas las herramientas, armas o artilugios mecánicos deben proceder de la Compañía Acme.
8.- Cuando sea posible, que la gravedad sea el mayor enemigo del Coyote.
9.- El Coyote siempre es más humillado que herido en sus fracasos.
10.- Las simpatías de los espectadores deben mantenerse con el Coyote.
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Tercer libro acabado. La sangre de los elfos es el mejor libro hasta el momento. Principalmente porque, por primera vez, estamos hablando de una novela con una estructura y no de una serie de relatos unidos por el mismo protagonista.
Ahora es cuando, de verdad, están pasando cosas.
No quiero por ello desmerecer los dos primeros tomos.
El último deseo y La espada del destino son dos buenos conjuntos de relatos, en los que se repasan los mitos y costumbres europeos, dándoles un tono sarcástico, humorístico y, en ocasiones, malvado a un conjunto de historias que forman parte del acerbo popular occidental y que la mayoría sólo conoce a través de las compilaciones de los hermanos Grimm o de Perrault (o de Disney, lo cual es mucho mas triste). Dos libros que hay que leer en orden, empero, puesto que las historias sí mantienen un orden cronológico aunque no necesariamente lineal. Se va formando la personalidad de Geralt, principalmente, y un poco la de Jaskier, mientras se introducen personajes secundarios, algunos en apariencia intrascendentes, que se recogerán en la tercera entrega de la saga del brujo albino.
No tengo criterio para hablar de la traducción, ya que desconozco absolutamente el idioma polaco y mi conocimiento de las variedades de monstruos mitológicos son limitadas. Pero el lenguaje utilizado me parece de un nivel bastante elevado para lo que esperaba de una serie de fantasía, y además se va complicando de manera natural cuando profundiza en descripciones y situaciones mucho más desarrolladas a lo largo del tercer libro y por las que se pasa de soslayo en los primeros cuentos.
Puesto que el conjunto de aventuras protagonizadas en su totalidad por Geralt en las dos primeras entregas no son sino pilares, líneas argumentales, caracterización de personajes y establecimiento de localizaciones, que podrían haberse quedado tal cual pero que son sabiamente recogidos y en los que se profundiza en La sangre de los elfos.
Aquí ya conocemos en profundidad a Jaskier, quien se revela como el relator del inicio del primer capítulo y que protagoniza muchas acciones en solitario a lo largo de la novela, escapando de la vitola de acompañante gracioso que se le había colocado en los relatos iniciales en los que aparece; se conoce más de su vida, de su historia, de sus relaciones políticas y, sobre todo, de su relación con el mago albino. A Ciri, por supuesto, quien es la protagonista absoluta de este tomo, más allá de las aventuras en las que se ve envuelto Geralt, en muchas de las cuales está acompañado por la Hija del Destino. La princesa crece, física, intelectual y emocionalmente, en su andares por los caminos, en su estancia en Kaer Morhen, la fortaleza de los magos, y en el monasterio dirigido por Nenneke.
Porque en el tercio final de la novela hay una figura que ocupa el lugar del de Rivia en la formación de la joven, que no es otra que Yennefer. Quien la introduce en la artes de la magia y quien le enseña a aprovechar su potencial, que se intuye muy grande desde el inicio. Porque el periodo que pasa con Triss Merigold en Kaer Morhen no sirve sino para conocer de las relaciones de ésta con Geralt, ya que su formación allí es meramente física, y no mental.
Y se establece el conjunto de posiciones que adoptarán todos los que tienen algún papel a jugar en la guerra futura, que se está tramando y que, espero se desarrolle de la misma manera que esta tercera entrega de La Saga de Geralt de Rivia.
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Estamos probando nuevas sensaciones.
Estamos intentando averiguar qué hay detrás de tanto artilugio.
Estamos ¿arriesgando?
Porque disponerse a comprar, y leer, hasta 30 tebeos de personajes a los que no conocía, tiene un poco de aventura.
Pero en eso consiste leer tebeos, ¿no?
En satisfacer emociones.
CelesJota
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